Después de mi mini ronda informativa por blogs, fotoblogs y demás hierbas, aquí me encuentro, otro retorno en menos de 15 días. Primero, mi pantalla murió. Estaba viendo el último capítulo gentileza de
www.mininova.org de Lost cuando se quedó en negro. Y el pu*o mensajito de no te detecto la señal del ordenador porque soy así de chulo y a la mínima, a la mier*a. (Si, me autocensuro, qué pasa). Llevamos la pantallita a Miró, me la tienen todo el día encendida y todo perfecto, no problemo. Bien, bolsa nueva para hacer el camino a casa haciendo publicidad de la tienda en vez de la del CI que es donde la llevaba. Ya en casa, la enchufo, cagaita, porque me temía lo que iba a pasar. En efecto, apagón total. Ná de ná. Cojonu*o. Así que me armé de mi destornillador especial para minitornillos de cpu y desmonté la tarjeta de imagen para llevarla a Jump. Rodrigo, mi querido dependiente que cada vez tiene el aura de santo más visible, me dijo que no parecía que le pasara nada a la tarjeta, que llevara la torre entera a la tienda. Por suerte, mi maridín descansaba el jueves, y como soy una pobre y débil mujer la cargó hasta la tienda. Llegamos, conecta la cpu a ¡DOS! pantallas como la mía, y todo perfecto. Yo ya no sabía qué más hacer, hasta que mi idolatrado técnico de Jump me dió la solución. Y era tan ridícula que me dió un ataque de risa tipo Padre de Familia. Pues bien, parece ser que se había ido aflojando con el tiempo la salida de la tarjeta gráfica y por eso no hacía conexión. Al quitarla y volverla a poner yo para llevarme el ordenador a la tienda, la había apretado bien y !voilà!, todo funcionando a la perfección. Correcto. Pero creo que al meter la tarjeta forcé los cables del disco duro y he tenido que comprar unos empalmes para arreglarlo, y hasta esta mañana no he tenido ni tiempo ni ganas de abrir de nuevo el bicho y arreglarlo. En fin, otra odisea.
¿Que qué tal me va? Ejemplo práctico: me he acostado esta tarde un ratito, no me he dormido, pero al menos he descansado algo. Y cuando me he levantado se me ha antojado leche merengada. Es muy fácil: un bote pequeño de leche condensada, canela y hielo. Pues bien, leche, hielo y ¡¡curry!! Y yo diciendo que qué olor más raro tenía. ¡No te jo*e! Leche merengada al curry, nueva receta de fusión internacional. Se la pasaré a Segi Arola. Quien sabe, a lo mejor tiene éxito, ahora la gente toma sabores rarísimos. Yo desde luego no pienso ni olerla. Os prometo que es asquerosa.