Lo quiero, lo necesito, tengo que tenerlo.
Soy una compradora compulsiva en rehabilitación. Es muy duro tener este problema y comprar sólo lo necesario, pasar por delante de tantos escaparates-sirena y seguir mi camino con la cabeza más o menos alta y dejando una marca en el suelo con los dientes. Es duro. Es muy muy duro. Lo se, me merezco un premio, así que me he permitido comprarme un par de cosillas: dos vaqueros, un par de jerseys de pico, una americana, un bolerito, una camisa blanca (esto no cuenta, la necesitaba; en realidad tb los vaqueros, que los últimos acabaron literalmente hechos jirones), un par de camisetas (una es mas mona, con cascabeles), unas gafas de sol, otras gafas ayer en eBay (¡he quedado con el chico mañana!), un batín y un mini camisón, dos shorties, un tanguita, creo que un top, una cartera... creo que ya. ¡Ah! Y la crema hidratante con color de Stila y el Lipglaze en berry. Ésto fue genial. Yo casi nunca llevo maquillaje, siempre una crema hidratante con color de Vichy. Se me estaba acabando (lo que son las cosas, después de haber comprado la de Stila porque de la mia me quedaba para un par de veces, se ha reproducido y tengo hidratante al menos para un mes). Empiezo de nuevo la frase, que con tanto paréntesis no hay quien se aclare. Pues eso, que quería cambiar de marca y había leido que los productos de Stila iban muy bien. Pues nada, para el Corte Inglés de Goya que me voy. Cuando llego al stand, le pregunté al chico que qué tono era el mejor para mi piel. Bien, me sienta en la barra que tienen montada en el stand para maquillar y empieza a probarme, me maquilló para que viera el efecto. Ahora entiendo por qué la gente compra la gama alta y media-alta. Así da gusto. Luego le pregunté por un rojo de labios que llevo años buscando y que jamás consigo encontrar. Claro, si yo me guiaba por cómo quedaba en un trocito ridículo de piel de mi mano. Me probó, me desmaquilló, me volvió a probar. Mientras, olía mi pelo hasta que no pudo contenerse y me preguntó si llevaba Gaultier2. Y con ambas cosas acertó: con mi perfume y con el color de labios. Así que me fui de allí algo más pobre pero monísima y con un subidón de moral increible. Había ido a comprar una crema y salia del Corte Inglés perfectamente maquillada. ¿Que si voy a volver? Ya tengo hecha la lista de mis siguientes compras. Esperaré a tener alguna cita importante (o un bajón de moral, lo que llegue antes) para que me mimen otra vez en el stand de Stila. Adios, Maybelline, Bourjois, L´oreal... guardo gratos recuerdos de vosotros. Pero no es lo mismo elegir los colores como si estuvieras comprando yogures que que te los prueben en tu cara y veas el efecto y lo que necesitas. ¿Los riesgos? Está claro, todo queda tan bien y hay tantas cosas que ni siquiera sabias que necesitabas.... Ahora hay todo un mundo de potingues que no es que lo quiera, o lo necesite, es que tengo que tenerlo. MAC, vuelvo a tu redil, hola BB, encantada de conocerte, Stila, nos vemos pronto. Y en cuanto mañana me compre el Vogue y lea el suplemento de belleza, mis necesidades de cuidados para la piel y el pelo aumentarán considerablemente. En fin, ya lo dije al principio: es duro, muy muy duro.
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