Maleta Semanasanteril.

Toda mi vida he odiado hacer la maleta. Hace unos años, menos de los que me gustaría, mi papi se empeñaba en organizármela él. La verdad, se le da genial eso de aprovechar espacios. Pero claro, me sentía avergonzada de que mi papi querido me hiciera la maleta de las narices. Una maleta, una bolsa de fin de semana y un neceser es mi equipaje habitual para pasar tres días. Así que la pregunta necesaria es: ¿qué narices me llevo para una semana? Además, una semana especial, la Semana Santa, en la que tienes que ir bien vestida varios días.

Cuando estaba en el instituto era genial, la época del año perfecta para pasar frio luciendo los nuevos modelitos de primavera. Pero ahora, es que no me apetece nada lo de lucir modelitos. Además, hace mucho frío. Lo que supone otra pega para decidir qué ropa llevar. Si llevo jerseys, hará calor, si sólo camisetas, frío. ¿Me llevo el abrigo, o la capa, o la cazadora? AHHHHHHH!! Además, ayer fui a comprarme ropa nueva, y cuando estaba en esperando para entrar al probador se fue la luz. Y nos desalojaron. En serio, fue super raro. Nadie sabia nada, ni nos decian nada, tan solo nos enchufaban con una linterna y nos indicaban la salida de emergencia. Fui imbécil, debí llevarme la ropa que tenía para probar, total, esa era mi talla, y si no me gustaba ¡era gratis! Pero no, la cívica ciudadana que habita en mi lo primero que hizo fue dejar las prendas en el burro. No en un estante, ni en una mesa, ni tiradas, no, perfectamente colgadas. Aisss!!

Y hablando de ropa nueva, al día siguiente de escribir el último post estrené le H&M de Vaguada probándome el vestido que lleva Madonna en la foto que posteé. ¡Es precioso! Tiene un tacto genial, y hace tipazo, pero el escote es, bueno, digamos que el escote es un ventanal hacia mis queridas lolas. Asi que con dolor de mi corazón lo dejé solito en la tienda. Marido malo y crápula que no me dejó llevármelo. Malo. Malo.

Bueno, pues me voy a hacer la maleta de las narices. Y a improvisar looks un poco Freddie. Ciao!!!!